jueves, 5 de agosto de 2010

No encuentro resonancia en la socialización. Te miro y te miro y te miro y difícilmente encuentro una respuesta a algo.
Prefiero entonces estudiar más palabras para mi examen, traducir otro poema. Hacer otras cosas. Sola. Estaré enferma?

miércoles, 7 de abril de 2010

Todo espacio necesita un nombre

Y el mío era el vacío.
Motocicleta
La patineta
La champeta.
Quiero ser igual. Ponerme las mismas camisetas y bailar lo mismo.

domingo, 26 de octubre de 2008

Yo te llevo en mi palma izquierda,

En mi costado.

 Y  mi frente también estás rodeándola.

Como una lanza, como un paliativo de algún viejo dolor.

 

Y he intentado lavarte y que el agua y el vinagre se llevaran de mí tu presencia.

Y he intentado acallarte, vendarte, sepultarte.

No obstante No te alejas, permaneces.

 Y mantienes tu presión, aquí, aquí donde puedo poner los dedos y sentir un hoyo que llega hasta los muertos.

no te vas, no te callas, aun suenas rebotando tu voz contra las paredes en las que nada cuelga.

Aun tu oscuridad ensombrece rincones.

Hubo un lugar donde no eras tiniebla y quejido, donde no eras esto en lo que te has convertido.  

martes, 2 de septiembre de 2008

Lejos de tus dolores, tu ves los míos desde la altura.
Cansada de tu vigilancia

domingo, 31 de agosto de 2008

A tí, a tí te conmino a que te escondas más. A que permanezcas lejos y me hagas entender que qué putas, que hay un mar de distancia aquí. Una bahía, una costa.
Permanece lejos por favor, impasible y lejano.
Los domingos soy el ser más cursi y pendejo que ha nacido en el mundo. Y por eso me permito imaginar que pasaría si puediera correr hacia atrás el tiempo.
1. Te hubiera cuidado y no te hubiera mandado a la mierda, porque a la larga sé que fuiste el único sujeto que he querido. El único. Y eras mío y todo estaba bien, pero ahi estaba yo con mi inmadurez para cagarmelo todo.
2. Ah carajo.
3. Ah demonios

miércoles, 27 de agosto de 2008

Detesto tus zapatos, y si me agacho a recoger un papel que se me cayó y los veo, yo hago: Ash..
No me gusta la marca que dejaste en el teléfono, ni el olor de tus sábanas.
Tengo que decirlo de alguna manera, ponerlo en un post a ver si así deja de molestarme entre las uñas y la piel tu presencia.
El problema es el momento en que dejamos de engañarnos, en que dejamos de pensar que el cariño era un mandado divino. No, no lo es, la intolerancia es una opción.
Ahora que le he dado camino a mi frialdad, veo como los ojos se me ponen turbios, como esta no soy yo.
Y me quiero ir, anuncio una casa en la que no quiero vivir.